sábado, 10 de abril de 2010

Relato corto

...y abrí los ojos, sentía dolor por todo el cuerpo, hice el movimiento de mover las manos, pero no lo conseguí, algo me lo impedía, una presión molesta en las muñecas, por fin pude ver con claridad, el escozor de los ojos me dejó los ojos borrosos durante un tiempo.Allí de pie, dos hombres, llevaban mascaras y uno de ellos me apuntaba con un arma, el otro tenía síntomas de agotamiento, al observar sus manos, vi que estaban manchadas de sangre y entonces comprendí,estaba sentado en una silla,maniatado, con la cara reventada, la sangre caía por toda mi cara, lo cual relacioné con el escozor de los ojos, sus ropas eran de otra época, como de los años 60.
Me preguntaban por la chica.

-¿Dónde está la chica?,dímelo.

Yo no sabía de que hablaban, intentaba responderles pero eran muy violentos y no paraban de golpearme.Y ellos seguían preguntandome por la chica, pero yo no sabía nada acerca de ninguna chica...
Lo extraño de todo esto es que me llamaban por otro nombre,Robert, no sabía que estaba ocurriendo, era desconcertante, pero apenas podía hablar.
El de los puños ensangrentados seguía golpeando, esta vez en el estomago,insistía en preguntar por la chica.

-¿Que has hecho con Patricia?,si nos lo dices te vamos a dar un motivo para morir.

Yo pensaba que debía estar muerto ya, no sabia como había ido a parar allí, a una oscura habitación, sin ventanas. Lo ultimo que recuerdo es que iba conduciendo un coche, pero mis recuerdos eran borrosos.
De repente recibí un golpe del tipo de los puños ensangrentados en la cara y caí redondo, perdiendo el conocimiento.

Tuve la sensación de que ese golpe me dejara fuera de juego varios días, mi cuerpo estaba descansado, pero dolorido. Intente abrir los ojos, pero me era difícil dada la inflamación debida por los golpes de aquel tipo. Pude resistirme al dolor y conseguí abrir los ojos aunque con dificultad. Estaba oscuro, no había nadie, esos hombres ya no estaban, pero seguía maniatado en aquella silla,miré hacía adelante y aquella puerta... no había sido un sueño, empezaba a pensar que lo que me estaba pasando era real. Llevaba un rato mirando mi pantalón y no recordaba que fuese mio, habían cosas que no encajaban.
Se abrió la puerta y de ella apareció un hombre trajeado, la oscuridad del lugar me impedía verle la cara con nitidez, estaba fumando y traía una silla consigo, cerró la puerta mientras dejaba su silla frente a la mía, se quitó su chaqueta americana y la dejó en el respaldo de la silla. Encendió una luz, de una lampara que había en el suelo en un rincón, la lampara ofrecía una luz muy pobre, pero suficiente para que nos podamos ver la silueta....

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